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Este blog tiene como propósito compartir con mis alumnos y amigos ideas y artículos relacionadas con el mundo de la Religión, la Psicología, la Filosofía y la Educación.

viernes, 6 de abril de 2012

Cómo estudiar las Sagradas Escrituras


Métodos de estudio de la Biblia

Víctor A. Jofré Araya, Teólogo Bíblico y Magíster © en Educación Religiosa.
Profesor de Educación Religiosa, Colegio Adventista de Iquique, Chile, MNCh, UCh (2011).
Se le puede escribir a victorja@gmail.com

 “En mi meditación se encendió fuego” (Salmo 39: 3).



Introducción

Muchas veces nos preguntamos después de un buen sermón cómo fue posible para el predicador encontrar tanta riqueza en el texto bíblico. Nos hace sentir “culpables” por no estudiar la Biblia de la misma manera y de no tener las mismas habilidades para descubrir por uno mismo las mismas enseñanzas. Por otro lado, también nos frustramos cuando algún predicador muestra falta de sentido y profundidad en su exposición, y experimentamos una “santa indignación” cuando alguno se atreve a predicar sin la debida preparación.
Considerando que la mayoría de los cristianos quieren estudiar la Biblia y exponerla de una manera adecuada, pero sin saber cómo, y que otros no lo hacen porque no se sienten motivados, se expone este artículo a fin de presentar algunos métodos sencillos para el estudio de las Sagradas Escrituras e incentivarnos a rescatar de ella el máximo de tesoros, y estar preparados para exponerla adecuadamente en un sermón o en una clase bíblica. “El buen predicador no sólo debe saber estudiar él mismo la Biblia sino hacer que otros la estudien”.[1]

Métodos de estudio de la Biblia

“Fueron halladas tus palabras y yo las comí –dijo el profeta-; y tu palabra me fue por gozo y por alegría de mi corazón” (Jeremías 15: 16). “¡Cuán dulces son a mi paladar tus palabras!” –exclamó el poeta- (Salmos 119: 103). Según Howard Hendricks, destacado educador y conferencista, entre las actitudes hacia el estudio bíblico se encuentra la etapa “fresas con crema”, es decir, se estudian y transmiten las verdades de la Biblia con gozo.[2] Ahora bien, para que el estudio de las Sagradas Escrituras sea realmente un deleite es necesario ser metódicos, tener un continuo espíritu de oración y de investigación y considerar que toda verdad bíblica gira en torno a la persona y la obra de Jesús y la perspectiva del gran conflicto.[3] De igual manera se debe reconocer que la Biblia es su propio intérprete. “Escudriñad las Escrituras –exhortó el Salvador-, ellas son las que dan testimonio de mí” (Juan 5: 39; cf. Lucas 24: 27). Esta metodología se conoce en general como método histórico-gramatical o método histórico-bíblico.[4]
Los principales métodos de estudio de la Biblia que nos pueden conducir a obtener material espiritual de alta pureza para sermones o clases bíblicas contundentes se pueden resumir como sigue:

 Método devocional

“Bienaventurados los que leen” (Apocalipsis 1: 3). Jamás deberían estudiarse las Sagradas Escrituras sin oración. El estudio de la Biblia y la oración son prácticas inseparables. Todo estudioso de las Escrituras debería iniciar su actividad con una plegaria solicitando la guía y la iluminación del Espíritu de Dios, pues sólo quienes siguen la luz ya recibida pueden esperar recibir la iluminación adicional del Espíritu Santo (Juan 16: 13, 14; 1 Corintios 2: 10-14).[5]
En este método se selecciona una breve porción de la Biblia y con oración se medita en ella hasta que el Espíritu manifieste cómo pueda aplicarse la verdad descubierta en la propia vida. La oración será vital en éste y en todos los métodos mencionados más adelante. A fin de no ser subjetivos en nuestra aplicación recordemos que la correcta aplicación de las Escrituras en la vida personal depende de la interpretación adecuada del texto bíblico. Mucha subjetividad puede resultar peligrosa. “Aquel a quien fuese mi palabra, cuente mi palabra verdadera” (Jeremías 23: 28; cf. 2 Pedro 1: 20, 21). “Sin la dirección del Espíritu Santo, estaremos continuamente expuestos a torcer las Sagradas Escrituras o a interpretarlas mal… Cuando el Libro de Dios se abre sin oración y reverencia… el enemigo se posesiona de los pensamientos y sugiere interpretaciones incorrectas”.[6]
Se debe memorizar un versículo clave del estudio. “Cada día, varias veces, se deberían consagrar unos momentos dorados y preciosos a la oración y al estudio de las Escrituras, aunque sólo fuese para memorizar un texto, para que en el alma haya vida espiritual”[7]. Por otro lado, aunque la memorización de las Escrituras parece haber pasado de moda y aunque algunos cristianos podrían considerarla como un ejercicio espiritual innecesario, en muchos círculos permanece como parte importante del estudio bíblico[8] y se han planteado algunos beneficios para esta práctica[9]. Uno de ellos se relaciona con el poder espiritual que provee memorizar porciones de la Biblia. Por ejemplo, haber memorizado las Sagradas Escrituras fue lo que mantuvo victorioso a Jesús frente a las tentaciones satánicas (cf. Mateo 4: 1-11). De esta manera, esta práctica también fortalece la fe, ayuda a tener discernimiento espiritual, permite tener siempre un sabio consejo divino para otros en debilidad y estimula un continuo espíritu de meditación en la Palabra de Dios.
Finalmente se debe expresar por escrito una aplicación personal. La meta final de todo estudio bíblico es su aplicación. El estudio personal de la Palabra de Dios no es de valor hasta que aplicamos las verdades descubiertas en nuestras propias vidas y circunstancias. Mediante la aplicación los rayos de luz de la Palabra de Dios son proyectados sobre el creyente a fin de que responda favorablemente al mensaje, fortaleciendo la salud espiritual y favoreciendo el crecimiento y madurez cristiana. Debería emplearse el tiempo suficiente para saturarse del significado del texto y responder personalmente a la Palabra de Dios. Una aplicación apropiada muestra la relevancia de las enseñanzas espirituales de las Escrituras en la vida diaria de las personas y de la iglesia. De igual forma, la lectura devocional diaria y personal proporcionará al predicador temas para sus sermones y clases bíblicas y le hará descubrir fuentes de riqueza espiritual en lugares insospechados.[10]
Las Escrituras tienen su cabeza en el cielo y sus pies sobre la tierra. Es tarea del estudiante, del predicador o del instructor bíblico unir ambos mundos a través de un estudio minucioso. “Debemos tomar un versículo y concentrar el intelecto en la tarea de discernir el pensamiento que Dios puso en ese versículo para nosotros”.[11] Además “debemos procurar mirar con los ojos de quienes vivieron hace siglos y oír con sus oídos cuando se les dirigía el mensaje bíblico”.[12]

Método de cualidades del carácter

“Un carácter formado a la semejanza divina es el único tesoro que podemos llevar de este mundo al venidero”.[13] Una meta del cristiano es desarrollar un carácter como el de Cristo y este método nos ayudará a reconocer qué rasgos deben ser fortalecidos o evitados. El apóstol Pablo afirma que los relatos de los grandes hombres y mujeres de las Escrituras tienen el propósito recordarnos que aquellas cosas “sucedieron como ejemplos para nosotros, para que no codiciemos cosas malas, como ellos codiciaron. Ni seáis idólatras, como algunos de ellos… ni forniquemos, como algunos de ellos fornicaron… no tentemos al Señor, como también algunos de ellos le tentaron… ni murmuréis, como algunos de ellos murmuraron… Y estas cosas les acontecieron como ejemplo y están escritas para amonestarnos a nosotros, a quienes han alcanzado los fines de los siglos” (1 Corintios 10: 6-11). De acuerdo a Klein, “las Escrituras pueden advertirnos en contra de repetir los errores que cometieron los creyentes antes de nosotros”[14].
¿Cómo podemos beneficiarnos de sus aciertos o fracasos y desarrollar un carácter cristiano armónico? En este método se debe seleccionar una cualidad del carácter que se quiera adquirir o dejar de lado en la experiencia personal y se investiga qué dice la Biblia al respecto. Se escogen las referencias bíblicas más importantes. Podemos echar mano de una buena concordancia o de algún buen diccionario bíblico. Al igual que en el método anterior se debe orar antes de iniciar el estudio y memorizar un texto clave del estudio, además de expresar por escrito una aplicación personal[15].

Método histórico-biográfico

La Biblia es un libro histórico. Narra la vida y la historia de diversos personajes relacionados con eventos y circunstancias de importancia. Pablo nos asegura que “las cosas que se escribieron antes, para nuestra enseñanza se escribieron” (Romanos 15: 4; cf. 1 Corintios 10: 6-11). “Las vidas relatadas en la Biblia son biografías auténticas de personas que vivieron en realidad. Desde Adán hasta el tiempo de los apóstoles, a través de sucesivas generaciones, se nos presenta un relato claro y escueto de lo que sucedió en realidad y de lo que experimentaron personajes reales”.[16] Si se quiere entender la Biblia se deben entender las historias que enseña desde el punto de vista del contexto histórico y cultural en que se desarrollaron. Este método nos permitirá descubrir qué fue lo que hizo que un individuo tuviera éxito o fracaso en la vida y cómo las acciones desarrolladas en torno a él o ella influenciaron en sus decisiones y desenlaces.
Se investigan todos los versículos que se relacionen con un personaje de interés en las Escrituras, considerando aspectos físicos y psicológicos de su vida, obra, familia, carácter, actitudes, fortalezas, debilidades, etc. Se puede estudiar su relación con otros personajes bíblicos y cómo es mencionado a los largo de las Escrituras, de igual manera que el contexto histórico y socio-cultural. Memorizar un texto clave. Expresar por escrito una aplicación personal ayudará a desear imitar sus virtudes y evitar sus defectos y resultará en madurez espiritual al conocer la actitud de Dios hacia el personaje en estudio. Algunas buenas historias para estudiar son las historias de los reyes, la vida de Jesús y las vicisitudes de Sansón, entre otros[17].

Método temático

“En su vasta esfera de estilo y temas, la Biblia tiene algo para interesar a cada mente y atraer cada corazón… En las verdades más sencillamente enunciadas se encierran principios tan altos como el cielo y que abarcan la eternidad”.[18] En primer lugar, se elige un tema o tópico bíblico o algún sub-tema de interés presente en las Escrituras (Por ejemplo: Tema o tópico: La oración; Sub-tema: La oración de Jesús, La oración intercesora) y que sea de interés personal o sirva para responder alguna duda presente entre los estudiantes de la Biblia o en la congregación.[19] El tema se puede obtener de un libro, del Antiguo o del Nuevo Testamento o de toda la Biblia. Pensar en algunas preguntas (de tres a cinco está bien) respecto al tema elegido de las que se quisiera tener respuestas. Se estudian en forma sistemática, minuciosa y precisa todas las referencias al tema que puedan encontrarse en las Escrituras. Una Biblia de estudio con referencias o índice temático y una buena concordancia serían muy útiles. Se pueden usar palabras sinónimas del tema elegido.
Este método es útil para estudiar alguna doctrina, enseñanza o profecía de la Biblia y es uno de los más fáciles de convertir en un sermón o clase bíblica. Este tipo de sermón se conoce como sermón temático, evangelizador o doctrinal. Esta ventaja ayuda al estudiante o maestro bíblico y al predicador a entender que la base y la autoridad de sus ideas y de su sermón o clase bíblica son las verdades de la Escritura. A fin de cuentas, el estudioso de la Biblia debe ser “retenedor de la palabra fiel tal como ha sido enseñada, para que también pueda exhortar con sana enseñanza y convencer a los que contradicen” (Tito 1: 9).
Primero se estudian los textos por separado y luego como conjunto. Se reúnen y comparan todos los versículos relacionados con el tópico seleccionado y se escogen aquellos que respondan las preguntas elaboradas. Se organizan las conclusiones en un bosquejo ordenado lógicamente que permita compartir el estudio con otras personas en un sermón o una clase bíblica. Se memoriza un versículo clave y se expresa por escrito una aplicación personal.

Método de estudio de palabras, de términos o terminológico

Las palabras en las Escrituras son importantes (cf. Mateo 5: 18). “Si bien los escritores de la Biblia emplearon sus propias palabras al escribir las Escrituras, fueron guiados divinamente en la elección de esas palabras”[20] (cf. Jeremías 1: 5). Con el fin de comprender apropiadamente los profundos significados de muchos pasajes de las Escrituras debemos hacer un cuidadoso análisis de las palabras que se hayan usado. El propósito último de este tipo de estudio es entender con precisión lo que el autor quería comunicar con el uso de cierta palabra en un determinado contexto. Para que la Escritura se comunique con nosotros, necesitamos observar el texto en tres niveles: entender adecuadamente las palabras usadas, luego entender el co-texto (oraciones, párrafos y capítulos que rodean al texto) y finalmente, el contexto (histórico, social, cultural).[21]
Se selecciona alguna palabra importante de las Sagradas Escrituras y se investiga su definición o significado y cuántas veces y de qué manera es usada en diferentes contextos en la Biblia. “El significado etimológico de las palabras requiere una cuidadosa consideración; y el estudio de los idiomas bíblicos es de una utilidad incalculable”.[22] Se indaga su significado en el idioma original (hebreo y/o arameo, en el Antiguo Testamento, o griego, en el Nuevo) y cómo se aplica en los versículos los que se menciona o qué quiso decir el escritor bíblico con la palabra que usó. Son de utilidad varias versiones de la Biblia, un buen diccionario bíblico o una buena concordancia. Se memoriza un texto clave y se expresa por escrito una aplicación personal.

Método de estudio y análisis de un pasaje o un capítulo

No debemos olvidar que las cosas que quedaron registradas en las Sagradas Escrituras tienen como propósito nuestra enseñanza, amonestación y corrección (Romanos 15: 4; 1 Corintios 10: 11; 2 Timoteo 3: 15-17). Con este propósito en mente se debería abordar el estudio de pasajes, capítulos o libros enteros.
En esta modalidad de estudio se escoge un pasaje o un capítulo de las Escrituras que sea de interés personal. Familiarizarse con él leyéndolo por lo menos cinco veces, ojalá en versiones diferentes, será de mucho provecho. En este sentido, se debe escoger una versión de la Biblia que sea fiel al significado contenido en los idiomas originales. Se puede profundizar el estudio del pasaje desglosándolo versículo por versículo, incluso palabra por palabra, hasta dominar cada detalle de su contenido y su tema principal. “El descubrimiento del tema de un pasaje es una de las primeras tareas”.[23] A fin de hallar el principal tema del pasaje, es necesario estudiar el texto con diligencia. “Recuérdese siempre que el texto es sólo un pequeña parte del todo y el autor bíblico nunca tuvo la intención de que el texto se considerara de manera independiente del resto de lo que dijo”.[24]
Se deben plantear preguntas al texto respecto de su contenido y escribir un resumen de la idea central que se halla encontrado (cf. Hechos 8: 32-35). También se pueden descubrir referencias cruzadas, comparar con otros pasajes o capítulos bíblicos e incluso parafrasear el texto (expresarlo con palabras propias) o ponerle un título propio. El estudio de la gramática, la construcción de frases, palabras claves, los párrafos precedentes y siguientes, y el enlace de la idea del pasaje con la del resto del libro, será de gran utilidad. De igual manera, se debe determinar el género literario que usa el autor: narrativa, poesía, parábola, alegoría, proverbio, salmo o profecía. A pesar de ello no se debe olvidar que la Biblia es un libro primariamente literal.[25] Escribir una paráfrasis personal del texto elegido puede ser de mucha utilidad. Finalmente, se memoriza un versículo clave y se expresa por escrito una aplicación personal[26].

Método de estudio y análisis de un libro

Aunque el conocimiento del libro completo debe preceder al trabajo en cualquiera de sus partes, hay porciones de la Biblia que no pueden ser entendidas de una manera apropiada sin hacer referencia a su marco histórico y cultural y al explicar las Escrituras, sección tras sección, la congregación recibe la capacidad de comprender el significado y propósito que el texto quiere comunicar.
Considerando el propósito mencionado en el método anterior, se selecciona un libro bíblico de interés y se lee varias veces, de preferencia en versiones distintas, hasta tener un panorama general y más amplio del mismo, descubriendo y dominando su contenido y su tema o mensaje principal. Se investiga por quién y en qué época fue escrito; se estudia lo relacionado con la historia, la geografía, la cultura, el arte, el ambiente político, etc., del período en que ese libro fue escrito. La arqueología, la antropología y la historia pueden contribuir a comprender el significado de un texto. Se pueden utilizar diccionarios, comentarios y/o concordancias para aumentar la comprensión sobre el libro elegido[27].
Se puede tomar notas del contenido narrativo, doctrinal y/o teológico del libro y escribir un resumen de los contenidos y temas expuestos. Realizar un bosquejo del libro –introducción, tema, subtemas, conclusiones- puede ser de utilidad. Este método resulta mejor después de haber estudiado y analizado cada capítulo. Para finalizar, memorizar un texto clave y expresar por escrito una aplicación personal.

Conclusión

“El estudio de las Sagradas Escrituras es el medio divinamente instituido para poner a los hombres en comunión más estrecha con su Creador y para darles a conocer más claramente su voluntad”[28]. En estos últimos días de la historia de este mundo Dios tendrá un pueblo que sostendrá sólo la Biblia como fundamento de todas sus doctrinas y reformas. Por tanto, concluimos junto con Pablo: “Procura con diligencia presentarte ante Dios aprobado, como obrero (estudiante, maestro o predicador) que no tiene de qué avergonzarse, que usa (estudia, expone y predica) bien la palabra de verdad” (2 Timoteo 2: 15; énfasis añadido).





[1] Samuel Vila, Manual de Homilética (Editorial Clie, Terrassa, Barcelona, 1990), p. 155.
[2] Las otras etapas son: Etapa “aceite de ricino”: Se estudia la Biblia porque es bueno hacerlo, pero no produce mucho gozo. Etapa “cereal”: Se estudia la Biblia porque es “nutritivo” para la vida espiritual, pero resulta algo seco y de poco interés. Citado por Rick Warren en Métodos de estudio bíblico personal (Editorial Vida, Miami, Florida, 2005), p. 10.
[3] El estudio de la Biblia: Premisas, principios y métodos, documento presentado por la Comisión de Métodos para el Estudio de la Biblia y aprobado por la Asociación General de la Iglesia Adventista del Séptimo Día en el Concilio Anual celebrado en Río de Janeiro, Brasil, el 12 de octubre de 1986. Citado por el Departamento de Comunicaciones de la DSA en Declaraciones, orientaciones y otros documentos, (2ª ed., Asociación Casa Editora Sudamericana, Buenos Aires, 2005), pp. 232-240. Véase también: Samuel Koranteng-Pipim, Recibiendo la Palabra. ¿Cómo afectan a nuestra fe los nuevos enfoques bíblicos? (Asociación Casa Editora Sudamericana, Buenos Aires, 1997), pp. 401-409; George W. Reid (ed.), Entender las Sagradas Escrituras (Asociación Casa Editora Sudamericana, Buenos Aires, 2010), pp. 403-413.
[4] Ekkehardt Müller, Pautas para la interpretación de las Escrituras, en Reid, op. cit., pp. 137-140; cf. Koranteng-Pipim, op. cit., pp. 298-312.
[5] Elena G. de White, Testimonios para los ministros, p. 105; Elena G. de White, El Camino a Cristo, p. 91; cf. Declaraciones, p. 234; Müller, op. cit., pp. 140-141.
[6] Elena G. de White, El Camino a Cristo, p. 113. Se ha propuesto una solución al asunto de la subjetividad: la deducción de principios. Esta solución establece el descubrimiento de los principios espirituales, morales o teológicos presentes en el texto y que tengan pertinencia para los creyentes de hoy y de las razones originales que llevaron a incluir tal texto en las Escrituras (Henry A. Virkler, Hermenéutica. Principios y procedimientos de interpretación bíblica, p. 180). Véase: James Braga, Cómo preparar mensajes bíblicos (Editorial Portavoz, Grand Rapids, Michigan, 1986), p. 265; Leo van Dolson, Cómo sacar el mayor provecho del estudio de la Biblia (Asociación Ministerial de la Asociación General de la Iglesia Adventista del Séptimo Día, Hagerstown, Maryland, 1996), p. 65.
[7] Elena G. de White, Testimonios para la Iglesia, t. 4, p. 450.
[8] Chantal J. Klingbeil, Mirando más allá de las palabras – Pragmática lingüística y su aplicación a los estudios bíblicos, p. 134. En Merling Alomia (ed.), Entender la Palabra: Hermenéutica Adventista para el Nuevo Siglo (Editorial UAB, Cochabamba, Bolivia, 2000), pp. 123-135.
[9] William W. Klein, Manual para el estudio bíblico personal (Editorial Mundo Hispano, El Paso Texas, 2010), pp. 141-149.
[10] Véase: Warren, op. cit., pp. 29-42, 209-233; Braga, op. cit., p. 249; Müller, op. cit., pp. 157-163; Koranteng-Pipim, op. cit., 308, 309; Klein, op. cit., pp. 278-283; Gordon D. Fee, Exégesis del Nuevo Testamento. Manual para estudiantes y pastores (Editorial Vida, Deersfield, Florida, 1992), pp. 42, 43.
[11] Elena G. de White, El Deseado de todas las gentes, p. 355; cf. Oscar Hernández, Con la Biblia en mis manos (Asociación Publicadora Interamericana, Miami, Florida, 2000), pp. 66-73.
[12] Müller, op. cit., p. 139.
[13] Elena G. de White, Palabras de vida del Gran Maestro, p. 268.
[14] Klein, op. cit., p. 307.
[15] Warren, op. cit., pp. 54-71, 239-241.
[16] Elena G. de White, Joyas de los Testimonios, tomo 1, p. 436.
[17] Warren, op. cit., pp. 88-104, 235-238, 242-243; Klein, op. cit., pp. 247-250, 258-270, 274-278, 292-299, 309-312.
[18] Elena G. de White, La Educación, p. 121.
[19] Warren, op. cit., pp. 72-87, 105-124; Klein, op. cit., pp. 254-258, 270-272, 287-290.
[20] Koranteng-Pipim, op. cit., p. 301.
[21] Warren, op. cit., pp. 125-139, 244-245; Klein, op. cit., pp. 243-247; Klingbeil, op. cit., p. 131; Fee, op. cit., pp. 75-77; Müller, op. cit., p. 144-148.
[22] Hernández, op. cit., p. 51; cf. Declaraciones, pp. 234-236; Müller, op. cit., 154-156.
[23] Braga, op. cit., p. 73; Koranteng-Pipim, op. cit., p. 299, 300.
[24] Fee, op. cit., p. 109.
[25] Hernández, op. cit., p. 52; cf. Declaraciones, pp. 236-238.
[26] Warren, op. cit., pp. 43-53, 173-188, 201-207, 246-247; Klein, op. cit., pp. 272-274, 283-287, 295-307.
[27] Warren, op. cit., pp. 140-172, 189-200, 248-251; Klein, op. cit., pp. 250-254, 290-292, 312-321.
[28] Elena G. de White, El Conflicto de los Siglos, pp. 76.

13 comentarios:

sd7 dijo...

En "Como estudiar las sagradas escrituras" se menciona métodos prácticos para un buen entendimiento de las escrituras y incentivar ya que es lo mejor para nuestra vida.
Lo primo antes de estudiar la biblia hay que hacer una oración para que sea más fácil su entendimiento y siempre memorizar un versículo que los más nos guste para tener conocimientos más amplios.
Todo esto nos sirve para estar con mayor comunión con nuestro creador y para que sea mas grato el estudio de su palabra.

Sebastián David 4MEDIO°B

juan moscoso dijo...

Considero este tema como , una manera muy agradable y facil de entender como estudiar la biblia , y que lleva a las demas personas a que estudien la biblia , personalmente , yo no leo la biblia pero la respeto , y respeto todas sus escrituras , pero pienso que uno siempre cuando empiese a leer la biblia siempre tiene que hacerlo con todo el respeto , y con mucha reverencia al señor amtes de leer.

Thalia Bazan dijo...

Bueno antes de comenzar a estudiar las sagradas escrituras lo primero que tenemos que hacer es estudiar la Biblia y como lo hacemos? bueno lo tenemos que hacer atravez de la oración para que azi sea mas fácil su entendimiento y vayamos comprendiendo a memorizar cada versículo que mas nos guste ,y cada vez que leamos lo hagamos con Amor , Respeto y Reverencia al Señor.

Alexizpt dijo...

Si bien conocia los diversos metodos de estudio he encontrado que los aqui expuestos suplen la necesidad de todo principiante en el estudio de las Escrituras y aun los mas maduros hermanos pueden ser ricamente beneficiados por la claridad...la forma en que estan sintetizados los puntos o pasos a seguir,la claridad para entender cómo podemos extraer de la Palabra de Dios todo el alimento espiritual necesario , felicitaciones, y gracias en el Señor por bendecirnos con esta claridad al momento de preguntar qué hacer para obtener alimento para la propia vida espiritual y crecimiento en la obra del Señor y su Iglesia Remanente. Bendiciones.Moises Chavez. Clase "E".

Unknown dijo...

Son varios los metodos que tenemos para el desarrollo del estudio de la biblia.Donde primeramente es la oración que es primordial para poder iluminarse del espiritu santo y tener buen entendimiento de los textos expuestos,tanto como la memoria,la practica y las enseñanzas de las santas escrituras.Y a la vez llevarlo para la buena aplicación en nuestras vidas.Asi como también reflegar personalmente cada dia el caracter de cristo en amor y sabiduría.Que asi nos fortalece a la hora de predicar o impartir el mensaje de DIOS usando las escrituras de la biblia como respaldo.Ya que la biblia nos enseña que es un libro historico,biografico,literal,de fé y de esperanza para todas las personas que deséen aceptarlo como tál. CHRISTIAN PÉREZ MARQUEZ.-CLASE A DEL SETAI

Unknown dijo...

Al entrar en este blog lo primero que pensé fue en como realizaría mi comentario, cómo manifestar realmente lo que me entregó el texto leído y la verdad es que ahora es bastante sencillo poder expresarlo. Primero que todo doy gracias a Dios que me permite tener la oportunidad de aprender cosas nuevas dia tras dia y en esta ocasion en particular es bastante especial puesto que se trata de su palabra, la verdad hasta hoy no habia tenido la ocasion de leer tips o etapas que me mostraran como lograr un estudio, un entendimiento y cómo entregar todo lo estudiado a quienes me escuchan en un predicacion de una forma mas clara, siempre he sido algo exigente al momento de analizar las predicas de mis hermanos, me gustan mucho aquellas que se situan en un contexto historico, cultural,economico, politico, etc... aquellas que logran una armonia entre todos los capitulos y los versiculos extraidos de la palabra de dios.
Con este texto he aprendido que cada una de las predicaciones que me han gustado respetan a cabalidad las etapas que presenta el texto y la importancia de tener este conocimiento es fomentar la capacidad que cada uno de nosotros seres humanos con imperfecciones necesitamos al momento de hablar de nuestro Dios.
El hecho de presentarnos en una casa de oracion para manifestar el mensaje que Dios nos quiere entregar debiera siempre ser precedido por un estudio eshaustivo de cada palabra, por una oracion adecuada, por una memorizacion que llegue al entendimiento y sobre todo por una aplicacion practica en nuestro diario vivir.

Ivannia Infante Pardo
Clase D - SETAI

Anónimo dijo...

Este tema ha sido de mucha ayuda para poder comprender mejor lo que estoy leyendo en la biblia. Si bien muchas veces un texto ha aclarado algunas cosas cotidianas, he aprendido que todo tiene sentido divino, la orientación que Dios nos da para poder llevar bien nuestra vida con los consejos o mensajes que nos entrega.
Lo que más resalto del artículo es la oración previa a la lectura de un texto bíblico, ya que sin ella muchas veces podemos mal interpretar el objetivo de aquel escrito y caer a veces en confusión. La dirección del Espiritu Santo nos permitirá comprender de mejor manera el pasaje leído.
Pondré en práctica los consejos entregados en este artículo, para así llegar a ser una mejor persona, un mejor cristiano y entregar el verdadero testimonio de la verdad, el testimonio de Cristo.
Elio Trabucco Gómez
Clase D, SETAI

josely dijo...

Me parece interesantisimo este tema, ya que primeramemte el estudiante, predicador e instructor, debe solicitar mediante la oración la sabiduria de lo alto, para entender, enseñar e interpretar las sagradas escrituras.

Todos estos consejos sobre el estudio de la biblia, practicar las enseñanzas y ejemplos de jesus, me permiten consagrarme y entregar el mensaje de salvación.

Jose Bustos
Clase A-SETAI

josely dijo...

En primer lugar, agradezco a dios por la oportunidad de participar en este seminario teológico, y agradecer sobre estos consejos que me ayudan sobre como estudiar la biblia, como antes de abrir las sagradas escrituras debo orar y del estudio diario en las primeras horas de la mañana, buscando la sabiduría y el ejemplo de vida del señor Jesús, solo así podre entenderla estudiándola asiduamente.

Día a día, el predicador, o instructor, debe prepararse utilizando los métodos de Jesús, llevar una vida espiritual y consagrada, solo así podrá dar a conocer a aquellos que necesitan del mensaje de esperanza, para una vida diferente a la que llevan los desvalidos.

Me parece que el contenido de enseñanza en este tema, es muy relevante, para nuestra vida cristiana.

Liria Guacucano
Clase A-SETAI

josely dijo...

En primer lugar, agradezco a dios por la oportunidad de participar en este seminario teológico, y agradecer sobre estos consejos que me ayudan sobre como estudiar la biblia, como antes de abrir las sagradas escrituras debo orar y del estudio diario en las primeras horas de la mañana, buscando la sabiduría y el ejemplo de vida del señor Jesús, solo así podre entenderla estudiándola asiduamente.

Día a día, el predicador, o instructor, debe prepararse utilizando los métodos de Jesús, llevar una vida espiritual y consagrada, solo así podrá dar a conocer a aquellos que necesitan del mensaje de esperanza, para una vida diferente a la que llevan los desvalidos.

Me parece que el contenido de enseñanza en este tema, es muy relevante, para nuestra vida cristiana.

Liria Guacucano
Clase A-SETAI

Unknown dijo...

Es un tema bastante interesante, ya que nos ayuda mucho a entender las Sagradas Escrituras en términos prácticos, usando debidamente todas estas metodologías del documento; debemos primero que todo tener en cuenta, que las cosas que están registradas en su Santa Palabra,tienen como propósito principal, la enseñanza,el amonestar y corregir.Cada texto seleccionado debe ser estudiado con mucha oración,buscando la ayuda del Espíritu Santo,entender el significado en su contexto original, cual era el pensamiento del autor en su época, como lo podemos aplicar en la actualidad, que me quiere decir Dios con esto hoy;analizarlo en su conjunto alrededor (versículos,párrafos,oraciones que rodean el texto),descubrir el tema del pasaje a tratar, hacernos preguntas y aplicarlo a mi vida personal y luego grupal.Importante es también apoyar el texto con una buena lectura adicional que nos ayude en el análisis del texto ¡huy,creo que puedo preparar un sermón!,¿o no? ¡excelente el texto.

Teresa Retamal
Clase E-SETAI

Unknown dijo...

Es importante destacar que un estudio diligente de las escrituras requiere de diversos procedimientos para llegar a una certera y correcta interpretacion de la misma.La biblia a si misma se interpreta pero no lograremos escudriñarla debidamente si no nos conectamos con el omnisapiente Dios, atravez de una preparacion espiritual que tenga como fin el gozo y la conviccion de que el Señor nos esta hablando a travez de su palabra.
EDGAR ORDINOLA ZUÑIGA
CLASE B

Unknown dijo...

Que importante es reconocer que para estudiar, es necesario tener un orden, como para todas las cosas, lo primero y lo mas importante es hacer una oración para que nuestro PADRE CELESTIAL, mediante su ESPÍRITU SANTO nos de la sabiduría, entendimiento, dirección en todo, para que cada palabra escrita en el libro santo, sea una verdadera enseñanza llegando a lograr tener la interpretación correcta de la palabra de DIOS.
Cada vez que estudiamos y escudriñamos la Biblia, siempre aprendemos mas y mas, siendo nosotros los mas beneficiados, ganando en crecimiento espiritual, logrando una verdadera relación y comunión con nuestro CREADOR, y DIOS, Él mismo nos capacita ayudándonos a retener su palabra y aplicarlas en todas las áreas de nuestra vida, en especial cuando damos a conocer a otras personas las maravillas de nuestro SEÑOR JESUCRISTO, o cuando tenemos que exponer un tema en especial a un grupo pequeño, enseñar, o predicar.

Gladys Rodriguez Fuentes
Clase "C" SETAI